Entre el caos de la vida dos rostros se cruzan congelando el tiempo, traspasando el espacio y restableciendo el equilibrio imperfecto de las cosas: epicentro de todo, miradas en fase, comienzo de una nueva historia.
sábado, 9 de marzo de 2013
ESTELAS
Las estelas,
esos rastros imborrables de tu esencia
que derramas a cada paso que das
en el espacio y en la docta dimensión
del tiempo.
Pátinas de promesas incumplidas,
de sentimientos cohibidos y mentiras
transformadas en dogmas universales.
Gemidos que aún rebotan
en las paredes.
Retroceden
como la pesada piedra
que Sísifo empuja.
Se volatilizan
cual cenizas consumidas
por un abismo.
Regeneran
la materia de lo que aún
nos queda por construir.
Nunca las verás refulgir
ante tus ojos
ni te embriagarás
con su aroma indistinguible:
tan solo captarás
su presencia etérea.
Porque las estelas -al igual que
los sueños de medianoche-
siempre se desvelan
con saldos de desaliento
que jamás dejan
en el recuerdo
un porqué.
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